Continúan los atentados por todo el país y el presidente ‘insiste en sus amenazas’ a  cualquiera que se interponga en su camino

Continúan los atentados por todo el país y el presidente ‘insiste en sus amenazas’ a cualquiera que se interponga en su camino

10 personas murieron y 15 resultaron heridas en el atentado suicida de ayer perpetrado por el Estado Islámico (EI) en la Plaza de Sultanahmet. Esta masacre podría haberse evitado si se hubieran aclarado las masacres de Reyhanli, Diyarbakir, Suruç y Ankara y si se hubiera iniciado una lucha contra todos los apoyos políticos, logísticos, etc. del EI. Frente a esta pasividad, el gobierno ha detenido a algunos sospechosos de cara a los medios de comunicación, para liberarlos silenciosamente poco después, engañando a la opinión pública  y fingiendo luchar contra esta organización terrorista mediante falsos arrestos, prohibiendo informar sobre estos atentados y ocultando todas las pruebas que pudieran permitir que se sepa la verdad. El gobierno también continúa con su política exterior de confrontación, expansionista y sectaria.

El gobierno, dirigido por un primer ministro que no considera oportuno intervenir contra potenciales suicidas de los que se tiene conocimiento,  como correspondería  a “un estado constitucional”, se dedica a perseguir a una maestra, Ayse, que trató de hacerse oír en un programa de televisión nacional pidiendo “el fin de los asesinatos, el reconocimiento de lo que está ocurriendo y que haya paz”. 1128 académicos que pedían la paz y que se reconocieran las demandas del pueblo kurdo de una solución del conflicto y de una paz duradera, se han convertido inmediatamente en objetivos de representantes del gobierno a todos los niveles encabezados por el presidente Erdogan. El Consejo de Educación Superior ha tomado cartas en el asunto y ya han comenzado las investigaciones.

El presidente y el gobierno pretenden que todos los sectores sociales se pongan de parte de las fuerzas reaccionarias y no las critiquen. Pero el gobierno debería ser el último en quejarse de la presente situación pues él, y en particular el presidente, han desarrollado una política de partido único favoreciendo la polarización de la población y la conversión de esta polarización en conflicto.

No es la primera vez que la población de Turquía se enfrenta a esta clase de ataques, violación de derechos, opresión, violencia y amenazas por parte de sus dirigentes. Las autoridades se enfrentan a una población que ha vivido golpes de estado, masacres, que fue abandonada al desempleo y la pobreza mediante leyes como la 1402, y que ha sobrevivido a la cárcel y la tortura.

Una vez más, les recordamos a los dirigentes que han tomado el camino equivocado.

Apoyamos las exigencias de enfrentarse a las muertes y en favor de la paz, personificadas en la maestra Ayse, en la llamada de atención al gobierno por parte de los académicos y en las informaciones objetivas de los periodistas encarcelados. Es más, no daremos un paso atrás en
la lucha por construir un país democrático frente a la política reaccionaria, la opresión y la violencia de los dirigentes. Hacemos una llamamiento a los trabajadores y a las fuerzas democráticas para derribar este muro de terror que está siendo levando y a luchar por la democracia, los derechos, las libertades, tanto aquí como en el resto del mundo.

Selma GÜRKAN
Presidenta